Trabajar con el público más que una labor, es una pasión.
Dolcissima, nuestra Chocolateria, bien podría ser un lugar cerrado que vende chocolates solo a hoteles y revendedores, pero ¿dónde queda el contacto con el público y la experiencia del producto al hacer esto?
Quisimos que nuestra Chocolatería fuera un espacio donde la gente viniera a ver nuestros chocolates, y además de comprarlos, vivir una experiencia.
Tal como mencioné en mi publicación anterior, voy a contarles sobre algunos de los detalles que se perciben en Dolcissima Chocolate Studio y que ayudan a maximizar la experiencia de nuestros clientes.
Entrar a Dolcissima es una experiencia multi sensorial, creamos un ambiente acogedor y vivo. El diseño y color en las paredes está ideado para que nuestros clientes se sientan cómodos y felices al entrar. El sentido de la audición no se queda atrás, reproduciendo música de estilo "Lounge" "World Music" en todo momento.
La temperatura del local es de 21 grados Centígrados, aproximadamente, para que aún en los dias más calurosos la gente se sienta a gusto.
La información es clara.
Nuestros productos están a la vista y señalados con letra legible. Particularmente los pralines, cuya descripción se encuentra escrita en cuatro idiomas.
Intentamos minimizar las barreras del idioma.
Siendo Italia el unico país donde se habla italiano, no esperamos que nuestros clientes comiencen a hacer malabares para comunicarse, al contrario, les ofrecemos la posibilidad de comunicarse en cualquiera de los otros dos idiomas que dominamos: Inglés y Español, e incluso exitosas incursiones en los idiomas Portugués, Francés y Alemán.
Como ya he mencionado, desligar lo tangible de lo intangible no es tarea fácil y en mi próxima publicación les hablaré sobre todos esos servicios que intentamos ofrecer en todo momento en nuestra Chocolareria para ayudar a crear esa experiencia memorable.
Una vez más gracias por leer.
Que tengan una dulce y achocolatada semana.
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